ACONTECER PATRIMONIAL CUBANO


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Tarea impostergable: la restauración del patrimonio audiovisual


Varias películas cubanas han recibido premios en diversos festivales internacionales y son reconocidas entre las mejores del cine iberoamericano y mundial. Pero solo una decena ha sido restaurada y muchas se encuentran en peligro de un deterioro irreversible, lo que afectaría parte importante del patrimonio audiovisual del país. El mantenimiento de ese patrimonio requiere políticas constantes y modelos de desarrollo que preserven y respeten su diversidad y singularidad. El Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) se ha propuesto recuperar de las bóvedas de su archivo fílmico y crear vínculos, a partir de la Cinemateca de Cuba liderada por el investigador Luciano Castillo, con universidades e instituciones foráneas, para salvar un patrimonio cuyo interés ha permitido colaboraciones con Estados Unidos, España, Alemania y Francia. El patrimonio audiovisual cubano abarca, sin embargo, mucho más que lo creado por el Icaic a partir de su fundación en 1959. Habría que incluir las realizaciones anteriores a esa fecha y, además, las producciones para televisión nacional y de los telecentros y canales locales, y las de los Estudios Fílmicos del Minfar y la Cinematografía Educativa. También están las producciones independientes, cuya recopilación y conservación es un punto subrayado por la Asamblea de Cineastas Cubanos; así como las obras del movimiento de cine aficionado, vinculados o no a la Federación Nacional de Cineclubes de Cuba. Un experto de EE.UU. en Gibara Durante el 18 Festival Internacional de Cine de Gibara, el panel “Patrimonio cinematográfico: una apuesta por los valores culturales” reafirmó la idea de que todo lo anterior forma parte de la herencia cultural y debe ser preservado. Un especialista estadounidense presente en el encuentro, Josef Lindner, subrayó: “No es solo el celuloide realizado con propósitos artísticos, sino también las películas de educación y de publicidad, los videos caseros y los registros audiovisuales personales, porque todo eso refleja la vida cotidiana y los sucesos históricos. Además, hay que considerar las salas de cine donde se exhiben las películas y la cartelística y la fotografía sobre cine”. Con ayuda internacional, la Cinemateca ha conseguido restaurar algunas películas de Tomás Gutiérrez Alea (Titón) en los últimos años. Memorias del subdesarrollo (1968) se restauró gracias a The Film Foundation, fundada en 1990 por el cineasta estadounidense Martin Scorsese. Mientras, la restauración de los largos de ficción La muerte de un burócrata (1966), Una pelea cubana contra los demonios (1971), La última cena (1976) y Los sobrevivientes (1978) y del documental El arte del tabaco (1974) se debe a la participación de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (Academy of Motion Picture Arts and Sciences, AMPAS) de Estados Unidos y, específicamente, a Josef Lindner, miembro del archivo fílmico de esta organización conocida por la entrega de los premios Oscar. Contribución de Lindner a la herencia cinematográfica cubana El trabajo de Lindner con el cine de Titón comenzó en 2011, con Una pelea cubana y Los sobrevivientes, ambas en deplorables condiciones. A sugerencia de Luciano se sumó La última cena. Este es un proceso difícil, que conlleva investigaciones para encontrar los negativos de la película en buen estado. “Cuando hicimos la búsqueda en La Habana, vimos que había daños en el color de esa copia y tuvimos que buscar otras”, cuenta Lindner. “En 2020, encontramos en Bruselas una en 35 mm, aunque con subtítulos en francés y holandés, lo cual es muy difícil de retirar y caro… Pero logramos escanear algunos de los cuadros y eso ayudó en la restauración del filme”. Para La muerte de un burócrata, cuya copia restaurada se exhibió en Gibara, “contábamos con el original en negativo y una copia, pero estaban bastante dañados. Con la restauración digital se pueden lograr grandes cosas, pero hay límites. Pensamos que iba a ser casi imposible llegar a un nivel alto de calidad”, explicó el experto de Hollywood. La restauración costó unos 150.000 dólares por cada película. Para los próximos filmes es necesario sumar “universidades y archivos fílmicos con copias y deseos de ayudar”, acotó Lindner, quien recibió el sello 65 Aniversario del Icaic por su aporte a la protección del patrimonio. Necesaria apuesta por los valores culturales El panel realizado en Gibara trajo a debate ese tema vital de la pérdida y salvaguarda del patrimonio audiovisual del país, incluso de una región, ante el paso del tiempo. Se abordó el desafío de encontrar los recursos dentro de una economía contraída y la necesidad de hallar colaboradores para financiar este empeño. Castillo considera “inevitable que este tema aparezca en los festivales. Hoy, la presentación de una película restaurada adquiere mucha connotación en los más grandes festivales y se recibe como si se tratase de una nueva”. Además de Lindner, compartieron vía online sus experiencias: Iván Trujillo, director de la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México y expresidente de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos; Rito Torres, subdirector de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, y el propio Castillo. Trujillo añadió la importancia de conservar también “los carteles, los libros y todo aquello que es aledaño al cine o alude a él”. En ese aspecto, destaca la reciente declaración de la colección de carteles de cine cubano como Patrimonio Documental de la Humanidad, categoría Memoria del Mundo, por la Unesco. Esta colección cuenta con casi 3 000 piezas y el Icaic se ha propuesto la futura creación de un museo dedicado en exclusiva para ella, además del previsto para el cine cubano. Contemporaneidad, preservación y alternativas “Estamos viviendo un momento peligroso para preservar la imagen cinematográfica, porque el nuevo ecosistema digital trae consigo un aumento de los costos. Y los archivos fílmicos públicos, sin fines de lucro, se enfrentan al fenómeno de la concentración de la propiedad intelectual por las grandes empresas”, añadió el colombiano Trujillo. El intercambio entre Colombia y Cuba permitirá la digitalización de materiales sobre la presencia cubana en los Juegos Panamericanos de Cali 1971 y de dos animados de Elpidio Valdés de Juan Padrón. Dos largometrajes con ese personaje (los de 1979 y 1995) se encuentran en negociaciones para su restauración con el Instituto Nacional del Audiovisual (INA) de Francia. Para el francés Xavier D’Arthuys, relacionado a la conservación del Noticiero Icaic Latinoamericano, de Santiago Álvarez: “Una restauración mala es una masacre definitiva. Este debe ser un trabajo minucioso y bien cuidado”. “La colaboración con el INA para estos procesos de restauración ha sido decisivo, porque en Cuba no contamos con las condiciones para desarrollar esta costosa labor, a lo cual se suma que el patrimonio se ha deteriorado por la falta de climatización a que nos obligó el Período Especial”, explicó Castillo. El cine de Solás: pendiente de restauración De Humberto Solás solo su filme Lucía (1968), considerado por la crítica como una de las diez películas más importantes de la historia del cine iberoamericano y presentada en la sección Cannes Classics 2017, ha sido restaurado. La filmografía de uno de los realizadores más importantes del Icaic no se ha insertado todavía, en su justa medida, dentro de esa lucha por salvaguardar el patrimonio audiovisual cubano. En respuesta a esto, la Cinemateca de Cuba se propone, en colaboración con la chilena, digitalizar y restaurar Cantata de Chile (1975), una de las obras más arriesgadas de Solás. En ese país también se planea restaurar Los días del agua (1971), de Manuel Octavio Gómez. También, Sergio Benvenuto Solás, director del Festival de Gibara y uno de los principales promotores del rescate de la obra de Solás, viene realizando un acucioso trabajo en México para localizar copias de películas que puedan servir para proteger ese legado y el de otros realizadores cubanos. Experiencias de rescate La Cinemateca cubana subscribió en 2022 un convenio con la Elías Querejeta Zine Eskola, del País Vasco, España, para el rescate y preservación de varias obras. En un primer momento, los documentales: El negro (1960), de Eduardo Manet; L.B.J. (1968) y 79 primaveras (1969), de Santiago Álvarez; y Oración (1984), de Marisol Trujillo, Miriam Talavera y Pepín Rodríguez. Además, se han realizado convenios con la Universidad de Los Ángeles y la Fundación Getty para recuperar el cine clásico de 1932 a 1960 de Argentina, Cuba y México. Otro renglón a destacar es la publicación de libros como Bitácora del cine cubano (Ediciones Hurón Azul, Madrid), que compila en cinco tomos todo el cine cubano, incluido el de fuera del Icaic. La restauración de los documentales de Nicolás Guillén Landrián y De cierta manera (1974) de Sara Gómez, entre Alemania y el País Vasco; el trabajo con el Archivo Audiovisual del Movimiento Obrero y Democrático, en Italia; con Queen’s University de Canadá, el Arsenal-Institut für Film und Videokunst alemán y Altahabana Films de Madrid, entre otros proyectos, se suman a la necesidad de restaurar, en un primer momento, lo más desprotegido del audiovisual cubano, elemento vital para salvar la espiritualidad, la historia y la memoria de un país (2024). (Tomado de: https://www.ipscuba.net/espacios/tarea-impostergable-la-restauracion-del-patrimonio-audiovisual/)

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Faros en Cuba: parte del patrimonio cultural de la nación


Los faros de Cuba no sólo cumplen una función muy importante como ayuda a la navegación, también son parte del patrimonio cultural de la nación y se encuentran estrechamente unidos a su historia y su cultura... Los faros han sido durante siglos un elemento fundamental para la navegación marítima, sirviendo como guías confiables para los viajeros que surcan los océanos y mares. Estos edificios, con sus brillantes luces y torres características, se han convertido en símbolos de la seguridad y el progreso de la navegación. Más allá de su función primaria de ayuda a la navegación, los faros han adquirido un significado profundo en la historia y la cultura de muchas regiones costeras. Sus imponentes estructuras han inspirado a artistas, escritores y fotógrafos a lo largo de los años, convirtiéndose en iconos visuales reconocidos en todo el mundo. Cuba se encuentra rodeada por un cinturón de faros estratégicamente ubicados, algunos con personal de vigilancia permanente y otros que funcionan de manera automatizada con paneles solares y baterías. Aunque cada uno de estos faros cumple una función vital para la navegación marítima, algunos han adquirido un mayor renombre y significado para la nación cubana. El faro del Castillo del Morro en La Habana se ha convertido en un símbolo no solo de la capital, sino de toda Cuba. Otro faro destacado es el de San Pedro de la Roca, situado a la entrada de la Bahía de Santiago de Cuba. Los faros de Maisí y San Antonio, ubicados en los extremos este y oeste de la isla, también han adquirido gran importancia, formando parte integral del patrimonio cultural de la nación. La luz de muchos de estos faros puede ser avistada hasta a más de 30 millas náuticas de distancia en la noche. Además, en los faros con personal de vigilancia, se registran a diario diversos parámetros meteorológicos locales, que contribuyen a la base de datos del Instituto de Meteorología, fundamental para la predicción del tiempo y diversos estudios climáticos. Estos emblemáticos edificios, con aspecto muy simple, pero armónicamente imbricados en el paisaje marítimo, son testigos de la historia y el desarrollo de Cuba. Tomado de : CUBAHORA .Primera revista digital de Cuba.

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Porcelana Ming de China en Museo de Artes Decorativas de La Habana


Un poco de arte de la penúltima dinastía de China, la Ming, que gobernó entre los años 1368 y 1644 tras la caída de la dinastía mongol Yuan, está en el Museo de Artes Decorativas de La Habana desde este miércoles, exposición que forma parte del 60 aniversario de la institución cultural. Porcelana de esmaltes policromados, un vaso y hornos imperiales de la Ciudad de Jingdezhen, del Período Wanli (1573-1620); una figura escultórica de Guanyin, la Avalokitesvara, deidad suprema que encarna la compasión de todos budas; fragmentos de un plato de porcelana policromada, también del período Wanli y un buda de porcelana de esmalte blanco de la provincia de Fujian, son algunas de las piezas expuestas, a partir de una colaboración entre el Museo Nacional de Bellas Artes, el Gabinete de Arqueología y el Museo Casa de la Obrapía, estos dos últimos pertenecientes a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. Hua Xin, embajador de la República Popular China en Cuba, explicó que la temática de la exposición fue elegida no solo por la rica y exquisita colección de reliquias culturales chinas del museo, la larga y profunda amistad entre ambas naciones, sino también por la perspectiva global y el valor contemporáneo que contiene. ¿Cómo llegaron estas piezas chinas a Cuba? Aunque para el pueblo cubano resulta casi inimaginable la existencia de vínculos entre la China de aquella época y nuestro país, Yosvanis Fornaris Garcell, curador de la exposición, recordó que los primeros europeos arribaron a las costas de la mayor de las Antillas a finales del siglo XV, momento en el que Hongzhi (1488-1505) regía como emperador del distante Imperio. Luego, con la llegada de Cristóbal Colón a América, la circunnavegación del planeta por primera vez en la historia y el descubrimiento de la ruta de tornaviaje (1565) por fray Andrés de Urdaneta, el puerto de La Habana fue un punto importante en el comercio entre China y España. “En Cuba, muchos de los productos provenientes de las Filipinas encontraban compradores”, explicó el curador. En el libro La Habana arqueológica y otros ensayos, de Leandro Romero, se hace referencia a un protocolo (fechado el 12 de marzo de 1591) de compra-venta de “...catorce docenas de loza de china” entre mercaderes, uno de paso por La Habana y el otro radicado en la ciudad”. Más adelante, casos como el del acaudalado empresario y diplomático cubano Oscar Benjamín Cintas, dedicaron cuantiosos recursos a coleccionar arte. Después de 1959, un grupo de reformas tomadas por el gobierno revolucionario favorecieron el coleccionismo institucional. El Museo Nacional de Artes Decorativas (MNAD), fundado en 1964 en la otrora mansión Gómez Mena, abriría sus puertas con importantes colecciones. Con el transcurrir del tiempo, la colección del MNAD aumentaría exponencialmente a través de compras, donativos, transferencias. Actualmente, posee la mayor colección de arte chino del país. “En el museo tenemos un grupo pequeño, pero sumamente importante de piezas Ming (porcelanas, metales esmaltados y jade) las cuales datan entre mediados del siglo XV hasta mediados del siglo XVII”, agregó. (Fuente Cubadebate)

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México y Cuba rinden homenaje al Bolero, patrimonio cultural de la humanidad


Este sábado 20 de julio se llevó a cabo el concierto La fiesta del Bolero de México y Cuba para el mundo para celebrar la inscripción de este género musical en Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). En la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes se realizó una ceremonia que fue presidida por la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero; la presidenta del Instituto Cubano de la Música, Indira Fajardo Ramírez, en representación del ministro de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso Grau; la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), Lucina Jiménez López; el representante permanente de México ante la Unesco 2019-2024, embajador Juan José Bremer de Martino; la coordinadora del proyecto de Inscripción del Bolero como Patrimonio Cultural Inmaterial de México 2018 y de la Humanidad de la Unesco 2023, Cecilia Tapia Margaona; el director general de Canal 22, Pável Granados Chaparro; y el presidente ejecutivo del Instituto de Preservación y Fomento del Bolero en México, AC, Marco Antonio Lugo Rubio. La secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, ofreció un discurso emotivo, enfatizando la importancia del Bolero en la cultura de México y Cuba: “El Bolero nos ayuda a cantar dolores, a entender el mundo. La música de Bolero es amistad, medicina, camino, memoria. Gracias a los compositores de antes, de ayer y de mañana; gracias, Cuba, por darnos el Bolero; gracias, México por cuidarlo”. por el más importante organismo cultural internacional que destacó la relevancia del Bolero como práctica cultural. Fue Pável Granados Chaparro quien iniciando con una grabación de Ana María Fernández, la primera persona en México en cantar Boleros, creó un puente musical entre épocas al reseñar: "Suele decirse que el Bolero es una cadencia sobre la que se mecen las olas del mar, pero es en realidad las olas de todos los mares (...) tiene raíces en Europa, en África y hasta en las lejanas islas del sureste asiático (...) Hoy es una realidad el plan de salvaguarda que México y Cuba han puesto en práctica y que en estos momentos garantiza la permanencia del Bolero (...) Tenemos que gritar con mucha alegría ‘Que viva el bolero’", destacó Granados. Posteriormente se presentó un segundo video, el cual se centró en el proceso de inscripción del Bolero en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. Este documento audiovisual fue complementado con palabras de Cecilia Tapia Margaona, en el cual destacó la importancia de la comunidad para mantener el patrimonio cultural. “De la comunidad de portadores del Bolero vemos a algunos artistas, músicos, ejecutantes e intérpretes en el escenario, y agradecemos que le den visibilidad y lo mantengan vivo”. Por su parte, Marco Antonio Lugo Rubio destacó el trabajo de todos los colaboradores que hicieron posible la inscripción, así mismo se refirió a la relación entre Cuba y México, principalmente por una pertenencia dual gracias al Bolero. “Estando en México, ha sido nuestro mejor copiloto Cuba y sus grandes valores, y en Cuba el copiloto es México, porque como dijo alguna vez José Martí: ‘Creo que México y Cuba son las dos alas del mismo pájaro’, (…) qué bonito es tener un corazón, que no sabemos si el ventrículo derecho es el de Cuba y el izquierdo México o a la inversa, pero el corazón en total lo ha dibujado la música y el mensaje maravilloso de lo que nos une: el Bolero.” El embajador Juan José Bremer de Martino enfatizó la importancia del certificado instaurado por la Unesco, así como el propio concierto que honra al género. “Hemos logrado este registro de la mano de Cuba y el certificado que nos dio la Unesco, al aprobar los miembros del Comité del Patrimonio Inmaterial, unánimemente, el registro del Bolero es el mejor testimonio de la fraternidad cultural de Cuba y México”. Acto seguido, el embajador hizo entrega del certificado a la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, y a la presidenta del Instituto Cubano de la Música, Indira Fajardo Ramírez. “Los portadores han sido protagonistas esenciales de esta declaratoria, si bien las instituciones también hemos colaborado con todo el expediente, sin duda, tener al Bolero y su práctica entre el pueblo es lo más significativo”. Fueron las palabras que ofreció Indira Fajardo Ramírez, en representación del ministro de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso Grau. De esta forma se dio paso a la gala, cuya dirección musical estuvo a cargo de Rosino Serrano, la cual contó con la participación de representantes nacionales y cubanos del Bolero, de entre los que se encuentran Eugenia León, Regina Orozco, Tania Libertad, Argelia Fragoso, Jorge “Coque” Muñiz, Eduardo Sosa y Sergio Farías, entre otros. Asimismo, estuvieron presentes intérpretes contemporáneos quienes ofrecieron una visión fresca del género, que confirman la importancia del Bolero y la trascendencia por generaciones; entre estos se encontraron Las Hermanas García, Los Miranda y La Marisoul, además del trabajo de la Orquesta Escuela Carlos Chávez del Sistema Nacional de Fomento Musical, bajo la dirección de Roberto Rentería Yrene. Los temas que esta nueva generación de intérpretes de Bolero mostró en su repertorio fueron: Sabor a mí, Seguiré mi viaje, Noche no te vayas, El reloj, La barca, Historia de un amor y Perfume de gardenias. El programa se centró en la preservación de canciones de algunos de los compositores más representativos de México y Cuba; siendo esta una forma de seguir con la tradición sonora, reconociendo el hito que son dichas piezas. Para destacar el sentimiento de colaboración, las voces compartieron temas, ofreciendo duetos y colaboraciones únicas, algunos de estos fueron Eugenia León que interpretó Nadie, con Pepe Rivero, y un popurrí con Jair Alcalá; por su parte, Tania Libertad se unió con Los Macorinos para Urge; y Argelia Fragoso, La Marisoul y Regina Orozco ofrecieron su versión de Historia de un amor. Por otra parte, uno de los datos a destacar son los arreglos con los que algunas de las canciones contaron, ya que estos detalles muestran versiones que de forma sutil proponen nuevas formas de escuchar las piezas clásicas del género. Entre los maestros arreglistas se encuentran Miguel Villicaña en Tristezas; Chucho Ferrer en Bésame mucho junto a Rosino Serrano, este último compartiendo trabajo también con Enrique Nery en Nadie, y trabajando en solitario en arreglos para Voy a apagar la luz y el Popurrí Bolero ranchero, por mencionar algunos. Entre aplausos y ovaciones, las y los intérpretes dirigieron la velada a un ambiente lleno de amor, nostalgia y tradición musical a través de canciones que han sido parte de las tradiciones culturales de México y Cuba.

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Importante participación de Cuba en evento de Unesco en India


El vicepresidente del Consejo Nacional de Patrimonio, Nilson Acosta, subrayó hoy la importancia de la participación de Cuba aquí en el evento de Unesco por el análisis de procesos sobre sitios de valor universal excepcional. El Comité de la Unesco de patrimonio mundial, que escogió como sede a India para su cuadragésima sexta reunión, tiene la potestad de decidir que bien resulta inscrito en la lista de lugares destacados por su aporte cultural y natural o sale de esa relación por perder su valor universal excepcional, explicó Acosta a Prensa Latina. En el evento también se analiza el estado de conservación de esos sitios e incluso si fuera preciso la inclusión de bienes en el listado de patrimonio en peligro, acotó. De acuerdo con el delegado cubano, la reunión resulta, además, una oportunidad para examinar temas y estrategias para la proyección e implementación de la convención de patrimonio cultural y natural, el instrumento que establece cuales lugares deben ser atesorados para las generaciones presentes y futuras. Señaló que en el caso de Cuba hay una experiencia sostenida de años con el trabajo del Comité de Patrimonio Mundial y recordó que la isla caribeña fungió 4 veces como miembro de ese grupo. Además, agregó, el sistema arrecifal del Caribe cubano se encuentra en la fase final de la primera etapa del proceso de nominación como sitio patrimonio mundial, por lo que es válido establecer contacto con los órganos consultivos para conocer el estado del procedimiento y poder aclarar las dudas que pueden existir al respecto. El vicepresidente del Consejo Nacional de Patrimonio subrayó, asimismo, que Cuba mantiene colaboración con los demás países de la región para llegar a temas en común y consultar aspectos vinculados con la implementación de la convención. La isla sostiene la referida cooperación como parte del Grulac, que aúna a las naciones de Latinoamérica y el Caribe, para conciliar decisiones en un objetivo común, según enfatizó. El evento que sesiona desde el 21 hasta el 31 de julio tiene entre sus objetivos examinar 27 candidaturas de sitios a integrar la prestigiosa lista de Patrimonio Mundial. En la jornada de este martes comenzaron las deliberaciones sobre el estado de conservación de 124 maravillas naturales o culturales ya inscritas en los listados del Patrimonio Mundial, incluidas 57 consideradas en peligro. (Fuente:Prensa Latina)

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Debaten en Holguín sobre Ley de Patrimonio Cultural y Natural


La entrada en vigor de la Ley General de Protección al Patrimonio Cultural y Natural, así como la adaptación a las características del territorio y su obligatorio cumplimiento, fueron algunos de los temas discutidos hoy en la inauguración del segundo simposio Concienciarte. Durante la jornada de apertura el Dr.C. Alejandro Torres Gómez de Cádiz abordó aspectos tratados en la Ley 150 del Sistema de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente y explicó que promueve la protección y uso sostenible de los mismos, además de integrar la dimensión ecológica en los planes de desarrollo económico y social. El también investigador y delegado provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba subrayó que en todo el conjunto de leyes aprobadas en el territorio nacional se prioriza a la comunidad y el desarrollo del pensamiento crítico, junto a la percepción ambiental, la ética y la cultura, y expuso lo contenido en los decretos referente a las costas, la pesca y el sistema de áreas protegidas. Asimismo, como parte de la inauguración, tuvo lugar la exposición "Desde las raíces", del Proyecto Orígenes, con una temática que respondió al Programa de Adelanto para la Mujer y abogó por fomentar el empoderamiento de las féminas y sus pequeños negocios. Dedicado, en esta ocasión, al décimo aniversario de Conciencia Ediciones, sello literario de la Universidad de Holguín, y a la labor investigativa de Georgelina Miranda Peláez, el segundo simposio de Ciencias Sociales y de las Artes culminará mañana en esta ciudad, y cuenta con más de 50 ponencias de 70 participantes de todo el país. (Por: Sheyla Díaz Figueras. Tomado de: https://www.acn.cu/cuba/debaten-en-holguin-sobre-ley-de-patrimonio-cultural-y-natural )


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